Gabriel Latorre comienza su andadura como actor en los años ochenta. Ha interpretado personajes en grandes producciones de teatro, televisión y cine, tanto a nivel nacional como internacional. Ha trabajado con grandes directores como Pedro Almodóvar, Fernando Colomo, David Trueba y Vicente Aranda entre otros. Una sólida carrera profesional de más de cuarenta años.
Francesc Tamarite comienza en el mundo de la música hip-hop en el grupo Cloaka Company. Años más tarde, se instruye en arte dramático en la E.M.T.Z. (Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza). Interpreta varios personajes para la televisión regional y, trabaja en diversas compañías de teatro, destacando el Teatro del Temple. Su carrera abarca ya más de cinco años de experiencia profesional.
Dos visiones de un mismo mundo. Dos formas de vivir la actuación. Dos generaciones muy diferentes de actores, representadas por el veterano Gabriel y por el novel Francesc. Juntos han hablado para CREW de su pasión y profesión.
EL SIGNIFICADO QUE TIENE SER ACTOR.
Rápidamente y a modo de introducción, Francesc comenta que él no eligió demasiado el hecho de dedicarse a la actuación, no fue vocacional.
F. Tamarite: “Yo me dedicaba a rapear. Entré en la escuela de teatro porque pensé que la educación en el teatro podía ayudarme a tener una presencia distinta en el escenario. Cuando terminé, tuve suerte, entre en Televisión. Buscaban un físico en concreto, y definitivamente me entusiasmó la manera de vincularme con textos y personajes.”
G. Latorre: “Yo empecé a eso de los 80, aunque mucho antes recuerdo hacer teatro desde los catorce. Al revés que Francesc, cuando era muy pequeño me invitaron a una función de teatro, y tal fue el flash que sufrí que salí de allí diciendo: ¡yo quiero ser actor por encima de todo! Empecé a entrar en grupos, a la vez que trabajaba en otras cosas porque había que vivir, y mis días de fiesta los dedicaba siempre a lo que yo quería hacer”.
Revela, que él también tuvo suerte, entró en el cine por la puerta grande.
G. Latorre: “Fernando Trueba me llamó para una película, la película se quedó en la mitad de lo que iba a ser, pero mi entrada en el mundillo ya fue otra. A partir de ahí, empecé a moverme por Madrid y a trabajar en teatro, cine y televisión, de alguna manera me faltaba el oxígeno sino me metía en movidas de esas”
REFERENTES O INFLUENCIAS
F. Tamarite: “Yo soy una persona poco mitómana, mis referentes, y más concretamente en el mundo del rap, siempre han sido personas que conozco desde niño y que he visto crecer. Son un referente no tanto porque los imites, sino por el trabajo que llevan a cabo, gente muy perseverante, personas que se apasionan y que se centran con algo. Ya dentro del cine, el teatro y la televisión, creo que son (sus referentes) las series norteamericanas. Actualmente están viviendo una época dorada”
G. Latorre: “Podría decir que entre los mios se encuentran grandes dioses de la escena como Fernando Fernán Gómez, Emilio Gutiérrez Caba o José María Rodero. En la época que empecé no existían escuelas de arte dramático, mi única escuela fue el estudio 1 de TVE. Ahí veías grandes obras, textos de grandes autores y grandes actores”.
Años después, conectó con la actriz Pilar Delgado, fueron muchas las obras que hicieron juntos, entre ellas Medea, donde se emocionaba en cada función.
G. Latorre: “Pilar Delgado traspasaba la realidad. Hoy en día no existen mitos, este negocio se ha pervertido, la profesión que me encontré cuando llegué a Madrid en relación a lo que es ahora, nada tiene que ver, hay un abismo”.
A modo de anécdota de cómo han cambiado las cosas, Gabriel cuenta que trabajó en la película Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) de Pedro Almodóvar.
G. Latorre: “Lo que haría ahora la gente por trabajar con Almodóvar. El ayudante de dirección de la película, Julián Núñez, me vino a buscar a un restaurante de Lavapiés, él sabía que yo comía ahí todos los días, vino a ofrecerme el papel de cura. Hoy en día con los directores de casting y con todo lo que hay por medio es impensable, tienes que pasar tres o cuatro filtros para que al final te vean”.
EL MEDIO MÁS AGRADECIDO PARA EL ACTOR
F. Tamarite: “El teatro. Creo que es más artístico, estar en un proceso de trabajo en el que puedes tomar tu tiempo y tener un director que también te ayude a buscar y a trabajar el texto”.
Tampoco deshecha el audiovisual, sí que afirma que la técnica de interpretación es muy diferente tanto en cine como en teatro.
G. Latorre: “A mí me gustaba el teatro, hasta que me di cuenta de que era la parte más dura de la profesión. Supone moverse de un lado a otro, muchas horas metido en una furgoneta, interpretar más de un personaje a la vez, teníamos que hacer todo entre 8 personas. El teatro es muy bonito mientras se tiene juventud, se tienen fuerzas, ímpetu y ardor guerrero. Y en el cine, las tiras de celuloide… cada metro es dinero, ahí estaba el director controlando, si te equivocabas tres veces ya se le empezaba a cambiar la cara. Pero aun así, me quedo con el Audiovisual. Yo hago ese trabajo y queda registrado para siempre, se pasa en todo el mundo. Y yo estoy ahí sin hacer nada y trabajando a la vez”.